Ángel: un pequeño gran jugador
Ángel González Castaños, conocido en el mundo del fútbol como Ángel, fue un interior izquierdo de 1,69 metros de estatura, internacional en categorías inferiores y con una larga trayectoria en Primera División, que jugó en el CD Logroñés en la segunda mitad de los años 80. Era un pequeño gran jugador, pues contribuyó al ascenso de nuestro equipo a la máxima categoría en 1987 y, a continuación, a su consolidación.
Nació en Ciudad Rodrigo (Salamanca) el 3 de diciembre de 1958 y muy pronto se trasladó con su familia a Barcelona. Se formó en la cantera del Espanyol y Heriberto Herrera le hizo debutar en Primera con 19 años. Fue internacional sub-20, sub-21 y olímpico (Moscú, 1980), habiendo jugado 115 partidos con el Espanyol y el Salamanca en la máxima categoría antes de fichar por el Logroñés, de Segunda, a los 26 años.
Aquí estuvo cuatro temporadas (1985-1989), dos en Segunda y otras dos en Primera, en las que destacó por su gran calidad técnica. Fue “un hombre muy importante para nosotros”, en palabras de Delfín Álvarez. Un jugador “con clase y entrega”, según Tomás Santos, que solía realizar jugadas de mérito por la banda izquierda, en las que llevaba peligro a la portería contraria. Aquí disputó 141 partidos y marcó nueve goles.
Era un jugador zurdo muy polivalente, que podía jugar en todas las demarcaciones del carril izquierdo, tanto de interior como de lateral o extremo. Era el capitán blanquirrojo y ‘uno de los baluartes del equipo’, a juicio de la prensa, pero en 1989 finalizó su contrato y el Logroñés le dio la carta de libertad, junto a otros once jugadores. Entonces fichó por el Palamós y culminó su brillante carrera en el Figueres a los 34 años.
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