Julián Ordoqui Fagoaga, conocido en el mundo del fútbol como Ordoqui, fue un defensa polivalente, que podía jugar tanto de central como de lateral, y el jugador más regular del CD Logroñés durante la temporada 1982-1983, según una votación que hizo la prensa deportiva. “Un hombre clave”, a juicio de Pedro María Uribarri. “Un gran futbolista”, en opinión de Delfín Álvarez. Aquí disputó 45 partidos y logró cinco goles.
Jaime Huguet Gracia, conocido en el mundo del fútbol como Huguet, fue un gran portero del CD Logroñés de la segunda mitad de los años 80. Superó en 1986 el récord de partidos imbatido que poseía Zubizarreta y parecía en estado de gracia. “Lo paraba absolutamente todo”, según Chuchi Aranguren, y se convirtió en pieza importante del equipo que subió a Primera División en 1987 y del que se salvó del descenso en 1989.
Adolfo Muñoz Mora, conocido como Adolfo, fue un delantero “inquieto y peligroso”, según Tomás Santos, que jugó en el CD Logroñés cuatro temporadas (1986-1990); las mejores de la historia del club. Han pasado ya más de 30 años de ello, pero todavía hoy es recordado por ser el jugador que marcó el primer gol del conjunto riojano en Primera División: el 6 de septiembre de 1987 en Las Gaunas frente al Athletic de Bilbao.