Hoy recuerdo la segunda vuelta del CD Logroñés en la Liga 1995-1996, que fue espectacular y culminó con el ascenso a Primera División. En Las Gaunas no le ganó nadie. En la penúltima jornada, debía derrotar al Sestao SC para ir una semana después a Toledo a por la victoria y poder hacer realidad el sueño. Mediada la segunda parte con el 0-0 en el marcador, de repente apareció Manel y marcó un auténtico golazo.

Hoy acaban las fiestas de San Mateo con la quema de la cuba y, en este contexto, me viene a la cabeza una fotografía que me dio el hijo del presidente del CD Logroñés Cesáreo Remón en la que sale su padre entregándole el pergamino acreditativo de socio de honor del club al gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de Logroño Antonio Aige, porque fue este quien autorizó la apertura de los chamizos en 1969.

Cesáreo Remón fue un presidente del CD Logroñés al que le gustaba hacer todo a lo grande y, en 1978, con el equipo recién ascendido a Segunda División B, pensó en el FC Barcelona (subcampeón de la Liga de Primera y campeón de la Copa del Rey) como rival del X Trofeo de la Vendimia Riojana. El máximo dirigente azulgrana, Josep Lluis Núñez, pidió un pastón (un millón de las antiguas pesetas) y Remón lo descartó.